Durante la llamada "Edad
Media" occidental, al menos en sus etapas temporales más representativas (siglos IX-XIV) predominó una forma de lectura e interpretación de textos que se denominó "cuadriga medieval".
Fueron siglos en los que el monopolio de la palabra escrita estuvo en manos del estamento de los clérigos - y también de la nobleza -, para los cuales la palabra escrita tenía un sentido religioso, mágico, de conexión entre el Mundo Sublunar y el Reino de los Cielos. Era una hermenéutica sacralizada, es decir, teocéntrica, que veía el mundo a través del prisma de la teología cristiana. Esta forma de lectura implicaba distinguir entre un sentido "literal" de lo leído, de la letra (o de la palabra recitada) y un sentido "figural", alegórico, que remitía, en última instancia, a la Biblia, el Libro de los libros. La "cuadriga medieval" distinguía cuatro sentidos de la escritura, en una exégesis escalonada y simultánea al mismo tiempo: 1. Literal 2. Moral 3. Alegórico 4. Anagógico (Dante,
Convivio - 1307).
Tomemos como ejemplo el Cantar de Mio Cid:
Sentido literal: el Cid es desterrado por su rey;
Sentido moral: es desterrado porque ha cometido “felonía”,
rebeldía contra su señor.
Sentido
alegórico: desterrado, como
estamos desterrados todos del Paraíso por rebelarnos contras los mandatos o
“mandamientos” de nuestro Señor.
Sentido anagógico: Dios nos desterró, pero con promesas de
Salvación (como de hecho ocurre en el caso particular del Cid: aunque la
verdadera Salvación sea, para todos, la venida de Cristo).
La existencia de esta forma de hermenéutica prueba que hay una ruptura ideológica entre el mundo feudal (la llamada "Edad Media") occidental, y la Modernidad capitalista.
El hispanista y filósofo Juan Carlos Rodríguez dedicó un trabajo precioso a este tema en: "Sobre el
Utrum, el enganche y la mirada alegórica en el pensamiento
medieval". Álabe 9, junio 2014. [www.revistaalabe.com]
[Consultado 13-8-2014].
Comentarios
Publicar un comentario